Me dolió. Me dolió por la proximidad geográfica, que se vuelve también proximidad social. Me dolió por que a pesar de los esfuerzos de los medios y gobiernos, de compañeros de trabajo apáticos, de argumentos del estilo "los pobres son pobres por que quieren", a pesar de eso, aún siento indignación por cosas como estas.
Me impactó la proximidad probabilística. Me impactó lo azaroso que fue, que tú tuvieras flojera y frío, que yo quisiera ya desencantarme de esta ciudad, que no quisiéramos gastar ni en unos elotes de la calle y que al final decidiéramos quedarnos a ver el grito por televisión.
Ayer, cuando mi miedo y mi nudo en la garganta y el azar (siempre el azar) me llevaron a la plaza, miré, me dolió, vi las velas y las flores secas, las cartas, los "Morelia está despierta" puestos ahí, ahí donde fue todo, ahí donde tu y yo elegíamos cada año ponernos a salvo de la multitud, ahí donde nos gustaba por que veíamos bien, pero sin meternos entre tanta gente, ahí donde mayormente había familias y niños y nos sentíamos seguros. Ahí.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
estaba comentando con el que el cable les salvo la vida
orale O_O!
es terrible...a grados que no se pueden siquiera comentar.
Publicar un comentario