29 de febrero de 2008

Después de 3 años estamos compartiendo "el libro". Tu nunca lo habías leído. Yo tengo la impresión al leerlo de nuevo que nunca lo leí tampoco. Está subrayado lo que leí entonces. Me sorprende el hecho de no no haberte encontrado entonces, en las líneas que dejé de subrayar, en el mismo personaje en el que me encontré yo misma.
Después de 3 años aún te descubro, como nuevo.

De Noche Vienen Los Monstruos Inocuos Del Mar

i

Mi hermana comentó por el chat que habían inventado una crema que permitía tocar a las jellyfishes.
Esa Noche soñé con una playa oscura, como si fuera de noche. En la playa había un hotel grande y feo (parecía más bien un edificio de departamentos de una urbe sobrepoblada). Frente al hotel habían muchos camastros y en ellos ancianos canadienses o americanos asoleándose, con lentes oscuros, sombreros playeros y trajes de baño como si realmente hubiera sol. De pronto venía gente desde el hotel gritando que ya venían, ya estaban llegando. Se veían felices. Había niños y parejas, familias sonrientes. En la playa se habían "varado" decenas de Jellyfishes gigantes, rosas-transparentes. Todos corrían a abrazarlas. Yo corría y "me arrojaba" a una de ellas, era una sensación increíblemente agradable, fresca y suave. Apoyaba en ella mi cara, torso , tenía los brazos extendidos como rodeándola con un gran abrazo, donde yo hacía más presión mi cuerpo se hundía como en una gelatina.



ii
Estaba en el mar. Un mar de olas suaves. Estaba parada mientras sentía como las olas iban y venían hacia la orilla. Yo estaba sumergida hasta la cintura o el pecho. De pronto sentía que algo rozaba mi mano, había algo en el agua que había pasado junto a mí. Podía ver después que era lo que me había rozado. Era una ballena, tenía forma de beluga, colores de orca y se veía tan amistosa como una gran ballena gris. De pronto noté que había más de una. Empezaban a nadar cerca mío, la sensación del agua yendo y viniendo empujando mi cuerpo en su vaivén, mis manos extendidas por donde las ballenas pasaban para rozarlas primero, tocarlas después, prenderme de ellas.. empezó una danza con ballenas, podía acariciarlas y la sensación de una piel ahulada, lisa, suave se quedó en mi memoria como si en verdad alguna vez hubiera tocado una.


iii
Flotaba sobre una tabla de fibra de vidrio transparente, yo y mucha gente más, cada quien con su propia superficie flotante transparente dentro de una piscina-estanque gigantesca, en un parque acuático. A mi alrrededor estaban las atracciones clásicas de un parque: toboganes, piscinas, chapoteaderos. Pero aquel estanque era la atracción principal: en el fondo estaban los hipopotamos. La tabla transparente era para poder verlos (como a través de un vidrio) mientras flotabas. No se debía sumergir nadie, los hipopotamos son animales muy agresivos. La seguridad estaba garantizada mientras flotaras sobre tu trozo de "vidrio" y los vieras desde la superficie. Ahí estaban. Bellos como vacas pastando en el fondo del estanque. Había crías que llamaban la atención de todos. Una cría comenzaba a nadar un poco hacia la superficie y estiraba su larga trompa de elefante hacia mi, yo sumergía mi mano y la tocaba y nos quedamos así, yo y la bestia agresiva en una larga caricia de mano a trompa.