10 de octubre de 2006

Freud Diría Algo

Estaba en lo que se supone era mi casa, una casa muy cerca a un río pero dentro de una ciudad, por lo que el río estaba rodeado de calles y puentes, yo vivía cerca de un puente. En la sala de mi casa estaban el Gran Fornicador y la Chacha con una peculiaridad: la Chacha traía un afro (que es común en el Gran Fornicador) y el Gran Fornicador traía la cabeza rapada (como es común en la Chacha). Discutían sobre una frase africana (pero que estaba en español) escrita en la playera de la Chacha (no, no recuerdo la frase). Yo estaba en la cocina intentando preparar algo de comer, había un arroz con queso panela encima, pero estaba seco y duro, por lo que me propuse hacer otro arroz, cuando vaciaba el bote de arroz en un recipiente para prepararlo salía arroz, harina y chile piquín; este arroz ya valió madre, pensaba para mis adentros medio desesperada por que no había que comer. En estos dilemas culinarios me encontraba yo cuando llegaba Jaime y me pedía que me asomara a la calle, había un tiburón parqueado frente a nuestra puerta, se estaba muriendo (por que no estaba en el agua) y Jaime resolvía devolverlo ahí. Ví como Jaime abrazaba al tiburón pero verticalmente, por lo que la cabeza del tiburón estaba muy cerca de la cabeza de Jaime, esto me preocupaba mucho, pues en cualquier momento el tiburón hacía una machincuepa y le daba senda mordida. El caso es que veía como Jaime se llevaba al tiburón hacía el río, entonces lo que empezó a preocuparme es que los tiburones no son de río, sino de mar y que igual se moriría ahí. Después al tiburón le salieron llantas y se volvió como una moto plata super padre, y en ese momento pensé que era una lástima botar al río una moto tan bonita.

Lo que me tranquiliza es que en la mañana, cuando le conté esto a Jaime me dijo que si pones un tiburón boca arriba lo paralizas, y que en caso de que un tiburón se parqueara en nuestra banqueta el lo abrazaría panza arriba (menos mal).

1 comentario:

El poodle que nunca estuvo dijo...

Gabo: Cazón??? pero no tengo la receta, además me parece que está claro que mi inconsciente quería que el tiburón sobreviviera (y también que sobreviviera mi novio). Averigüe usted la receta del cazón, aunque dudo que lleve harina y chile piquín.
Es un gusto encontrarlo por acá!